Carmen y Lola

Después de este parón, del que nos podríamos justificar y decir que fue por el verano aunque pasó el otoño y si nos descuidamos pasa el invierno, y es que no hemos visto nada destacable ni bueno ni malo regulero pero sí malísimo porque amigos, o nosotros somos demasiado exigentes o realmente se hacen verdaderas mierdas.

Pero "Carmen y Lola" se cruzó con nosotros y nos convenció mucho. No es solo la historia de amor de dos gitanas lesbianas, es un grito a la libertad, a poder decidir a quién quieres sin tener en cuenta donde crezcas aunque estas chicas lo tienen bastante difícil debido a las normas de su comunidad pero está claro que cuando te enamoras y amas no hay normas que valgan por muy severas que sean y puedan etiquetarte. Es otra historia de valientes como en Disobedience pero aquí no hay lucha interna aquí el enfrentamiento es con la sociedad, una sociedad retrógrada, avergonzada, cobarde que prefiere mirar hacia otro lado antes que admitir que todos somos libres; una sociedad que prefiere rechazar a un miembro de su clan antes de arroparlo y cuidarlo para que su vida sea normal. No toda la sociedad es igual y por suerte en esta peli el personaje de Paqui (Carolina Yuste) es la tabla de salvación donde Carmen y Lola pueden apoyarse para no caer al vacío.

Zaira Romero y Rosy Rodríguez debutan por la puerta grande en esto de hacer pelis y no sabemos si alguna se llevará el Goya pero han hecho suyos los personajes que representan (esas miradas que se cruzan por primera vez, ese primer roce de manos que te eriza el vello, ese primer beso que se sabe prohibido pero que no puedes evitar...) y te las crees. 

Arantxa Echevarría consigue retratar como vive la comunidad gitana en el s. XXI que no dista mucho de décadas pasadas. Ha hecho una peli que debería estar en las aulas para educar en valores porque en los tiempos que corren no está de más recordar que aun seguimos regidos por "el qué dirán" y una sociedad que se cree moderna por tener el último modelo de smart phone no puede permitirse quedarse atrás en valores tan sencillos como la igualdad y la libertad.

Fuentes: El País, Cadena Ser, Twitter.
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